EL ALMA Y EL PINCEL

El paseo es corto… 80 años de expectativa de vida suena mucho, pero realmente es poco. La vida se nos pasa en medio de una corta niñez y una adultez llena de muchísimas cosas. Si hoy te preguntas ¿Eres feliz? ¿Cuál es tu respuesta?

Resulta que esas “cosas” que nos acompañan, unas más bonitas que otras, definen nuestro camino, pero sería más lindo si el camino lo definiéramos nosotros y no “esas cosas”; y para lograr que la vuelta sea así y no al revés, tenemos la obligación de buscar dentro de nosotros y sacar lo que a todos nos han dado como “dones”, “regalos” “pasiones”. En mi caso, me puse a buscar y encontré un pincel. Siempre ha estado ahí, solo que lo he sacado y lo he guardado mil veces. ¿La razón? Miedos, angustias, pero sobre todo inseguridades que han marcado mi vida una y otra vez, sin embargo, es un pincel que ha pintado mi alma de colores en muchas ocasiones y que durante este complejo momento que vive el mundo entero, decidí sacar de forma permanente para liberar mi alma.

El solo hecho de mover un pincel de arriba abajo y de un lado a otro, no solo ha cambiado mi rutina, sino que ha logrado que exteriorice lo mejor de mí. Me he dedicado a pintar, a colorear, a hacer rayas tal vez sin mucho sentido, pero ponerle color a un lienzo ha sido una maravillosa forma de expresar todo lo que tengo escondido, lo que me gusta y lo que no. Estoy intentando ponerle color a algo, por lo menos una vez al día. Liberar los sentidos a través de la pintura, ha equilibrado mi ser. El alma pinta y llena de color la vida misma. No sabemos hasta cuando lograremos caminar, pero mientras estemos vivos, siempre hay  esperanza de mirar hacia el cielo y dar gracias por la existencia, que en sí misma es grande ya. Pintar, bailar, reír e incluso llorar siempre va a ayudar a liberar el alma. Cualquier cosa que salga de adentro, solo puede traer cosas buenas. Libérate, libera el alma. Invítala a bailar, a leer, a bailar, a soñar…el día de cerrar los ojos no es hoy. Libera tu alma… déjala que pinte y que baile.

Autor:

Jessica Judex

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