BENEFICIOS DEL EJERCICIO EN PACIENTES ONCOLOGICOS


Hemos escuchado cómo realizar ejercicio regular aporta grandes beneficios a nuestra salud física y
mental.


El ejercicio no solo nos ayuda a mejorar la imagen corporal, la autoestima, el funcionamiento cardiaco,
incluso el humor, la sociabilidad, genera nuevas habilidades, reduce la demencia y la depresión, la
osteoporosis y las caídas en el adulto mayor.


Adicionalmente, de acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud (NIH sus siglas en inglés) y la Sociedad
Americana del Cáncer, se ha demostrado que la actividad física regular, puede ayudar a disminuir la
incidencia de, al menos, 13 tipos de cáncer; sin embargo, los resultados han sido inconclusos para la
mayoría de los tipos de cáncer debido al número pequeño de participantes en los estudios .¹
Los expertos recomiendan realizar 30 minutos de actividad física como mínimo, 5 días a la semana. Sin
embargo, el ejercicio depende también de cómo te sientas y qué actividad te hace sentir cómodo, desde
caminar hasta andar en bicicleta, practicar yoga o subir y bajar escaleras, la invitación siempre esa estar
activo


Relación ejercicio y cáncer


En cuanto a los beneficios en pacientes con patologías oncológicas, hablaremos de la relación entre el
ejercicio y el tratamiento. Muchos pacientes con cáncer tienen la creencia que el estado de reposo es lo
más adecuado durante el tratamiento. Esto no es del todo cierto, por eso es momento de moverse.
El descanso es un factor importante y debe hacerse cuando el cuerpo lo pida; sin embargo, este no debe
ser excesivo. Recordemos que una de las consecuencias del sedentarismo es la debilidad muscular y
esto con lleva al cansancio, incremento de grasa corporal y puede afectar el estado de ánimo y
motivación. Mientras que la actividad física nos ayuda a hacer lo opuesto del sedentarismo; durante el
tratamiento, también ayuda a mantener el tono muscular, mantenerse activo, además de ayudar a
promover el descanso nocturno y la regulación del ciclo del sueño.


¿Cómo empezar en medio de mi tratamiento?


Algunos pacientes tratan de iniciar el tratamiento oncológico y mantener su rutina, por lo que añadir
actividades extra a veces resulta retador. Aunque no hay una guía que nos diga cuál es el mejor ejercicio
y cuándo es el mejor momento de iniciar, sí existe directriz para incluir un plan de ejercicio y despejar la
mente.


1.  Consulta con el especialista
Incluso cuando quieres iniciar una rutina de ejercicio o actividad física, es importante que lo comentes con
tu especialista y tengas en cuenta otras condiciones como enfermedades pulmonares y/o cardiacas para
tener una guía de qué puedes o no hacer.


2.  Escucha tu cuerpo
Inicia la actividad física o ejercicio cuando tu cuerpo se sienta preparado. La motivación es muy
importante en este aspecto, por eso la invitación esa hacer algo que disfrutes.


3. Diseña tu plan
Organiza tu tiempo para abrirle espacio al ejercicio en tu rutina. Puedes iniciar tres veces a la semana e ir
incrementando en la medida que lo vayas sintiendo.


4.  Invita amigos o familiares
Organiza jornadas de ejercicio con amigos o familiares. Esto no solo te ayudará a distraerte y tener
compañía; sino que también te ayudará a estar cerca a los tuyos mientras salen de la rutina.


5. Ponte metas
Grandes o pequeñas, siempre fíjate metas. De esta manera te asegurarás que el ejercicio sé a progresivo
y te mantenga con la motivación arriba.

 

Recuerda:
Una vez finalices tu tratamiento, es importante continuar con los hábitos saludables adquiridos
y no bajar la guardia. El ejercicio es una gran oportunidad para mantenerse activo y saludable
mientras se promueve el bienestar.


Referencias:

https://www.nih.gov/news-events/news-releases http://www.wcrf.org/Obesity-physical-activity-and-cancer-infographic.pdf

Puntos claves al momento de visitar al médico

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